09 Octubre 2024
Un reciente informe ha expuesto la profundidad de la crisis económica y social en el país, revelando un panorama alarmante para los sectores más vulnerables. Según el informe, de las 49 políticas de contención destinadas a ayudar a estos sectores, solo 7 continúan vigentes. Esta situación ha generado graves consecuencias, especialmente en el acceso a la alimentación: 7 de cada 10 familias han tenido que reducir su consumo de alimentos, una cifra que se eleva al 80% en los barrios populares.
El informe también señala que el 86% de las políticas de ayuda social han sido discontinuadas o derogadas, lo que afecta de manera directa a las poblaciones más necesitadas. Entre los problemas más críticos que destacan en el estudio se encuentra la dificultad para acceder a cuidados para infantes, ya que 2 de cada 3 hogares con niños pequeños han experimentado mayores obstáculos para conseguir vacantes en jardines y espacios de cuidado.
La crisis no se detiene allí. El 76% de las familias con adultos mayores ha reportado un aumento significativo en los costos, especialmente en medicamentos, que en muchos casos han perdido cobertura. Asimismo, el 74% de estas familias afirma no poder contratar cuidados debido a la caída en sus ingresos, lo que agudiza la situación de vulnerabilidad de los adultos mayores.
En los barrios populares, la situación es aún más grave. El 57% de las personas que dependen de comedores comunitarios señala que la cantidad de alimentos disponibles ha disminuido, lo que pone en riesgo a familias que dependen de estos espacios para subsistir.
Otro dato estremecedor es el de la pobreza infantil. El informe, elaborado por la Mesa Intersectorial, revela que el 66,1% de los menores de 0 a 14 años viven en la pobreza, y esta cifra asciende al 69% en los adolescentes de entre 12 y 17 años.
La precarización laboral también afecta el cuidado de los grupos más vulnerables. Muchas personas, especialmente las mujeres, se ven obligadas a trabajar largas jornadas o a tener más de un empleo para sostener a sus familias, lo que repercute directamente en la atención de los menores, ancianos y personas discapacitadas. Las mujeres, además, han sido más perjudicadas que los hombres en esta crisis, ya que deben asumir más horas de trabajo en el hogar al no poder costear ayuda externa.
Finalmente, el informe destaca que tanto las mujeres como las personas pertenecientes a los sectores de diversidad sexual enfrentan un nivel de desamparo mayor en el contexto actual, como resultado de la ausencia de políticas de cuidado y de un Estado cada vez menos presente en las problemáticas sociales.
Este informe, realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA), pinta un panorama desolador y alerta sobre la necesidad de reactivar políticas de contención para los sectores más vulnerables.
Informe UCA.
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