06 Noviembre 2025
Una fuerte crisis se vive en la planta de Sealed Air, en Quilmes, luego de que la empresa comunicara el despido de 89 trabajadores en el marco de una “reestructuración interna”. La noticia cayó como un balde de agua fría entre los empleados, que desde hace días mantienen un paro total de actividades y reclaman la reincorporación inmediata del personal afectado.
La fábrica, dedicada a la producción de envases plásticos y con décadas de historia en la zona sur del conurbano, cuenta con unos 200 operarios y cerca de 100 empleados administrativos. Según informaron desde el sindicato petroquímico, los telegramas comenzaron a llegar a comienzos de semana, dejando en evidencia que la medida forma parte de un ajuste que afectaría a casi el 40% de la planta.
El conflicto llegó rápidamente al Ministerio de Trabajo bonaerense, que dictó la conciliación obligatoria. Sin embargo, los trabajadores denuncian que el acta todavía no fue presentada por escrito y que la incertidumbre continúa.
“No hay una baja real en la producción que justifique los despidos. Seguimos trabajando turnos de 12 horas, como siempre. Esto es un ajuste encubierto”, expresó uno de los operarios en la puerta de la planta.
Mientras tanto, el gremio analiza cómo continuar las medidas de fuerza en caso de que la empresa no dé marcha atrás. La tensión se mantiene alta y los empleados advierten que, durante los próximos días, evaluarán nuevas acciones para defender sus puestos de trabajo.
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