28 Julio 2025
El boxeo argentino está de luto. Alejandra “La Locomotora” Oliveras murió este fin de semana tras haber sufrido un ACV que la mantuvo internada y en estado crítico desde el martes pasado. Su fallecimiento deja un vacío enorme en el deporte nacional, pero también el recuerdo de una vida marcada por la lucha, dentro y fuera del ring.
Nacida en El Carmen, Jujuy, en 1978, Oliveras se abrió camino a fuerza de tenacidad. Proveniente de un entorno humilde, trabajó desde joven para ayudar a su familia, hasta que encontró en el boxeo su gran motor de vida. Con el tiempo, se convirtió en una de las pugilistas más exitosas y queridas del país.
Su carrera profesional fue impresionante: debutó en 2003 y, con un récord de 33 victorias, 15 de ellas por nocaut, logró seis títulos mundiales en distintas categorías. En 2006 alcanzó la gloria al consagrarse campeona supergallo de la AMB frente a Jackie Nava en México, una de las peleas más recordadas del boxeo femenino. Luego vinieron más coronas en categorías pluma, ligero y superpluma.
Alejandra también fue reconocida por el Guinness World Records por su increíble hazaña: ser la única boxeadora en conquistar títulos mundiales en cuatro divisiones distintas. Ese logro la catapultó a la historia grande del deporte.
Pero su legado no se limita al ring. Como madre, entrenadora y figura pública, fue fuente de inspiración para miles. Siempre con una sonrisa, siempre con energía, se mantuvo cercana a sus raíces y nunca dejó de tender una mano.
Se fue una campeona, una mujer que supo levantarse cada vez que la vida la tumbó. Su historia queda como testimonio de que los sueños, con esfuerzo, son alcanzables.
Hasta siempre, Locomotora.
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