04 Noviembre 2025
La conmoción por la muerte de Benicio, el niño de 8 años que perdió la vida tras sufrir que un arco de handball se le cayera encima en el Club Argentino de Quilmes, generó repercusiones en todo el país. Entre las voces que se sumaron estuvo la del expresidente Mauricio Macri, quien manifestó su pesar y pidió reforzar las medidas de seguridad en clubes e instituciones deportivas.
A través de un posteo en X (ex Twitter), el exmandatario compartió una nota sobre los reiterados accidentes con arcos en el país y escribió:
“Leí esta tristísima noticia: un chico de 8 años murió porque un arco de handball se le cayó encima. Vi los antecedentes de este accidente: hace poco más de un mes había muerto otro chico de 11 años en circunstancias muy similares. Esto no puede pasar más”.
Sin embargo, su intervención generó reacciones divididas. Algunos destacaron la importancia de su llamado a la prevención, mientras que otros cuestionaron la oportunidad del mensaje, en medio del dolor y la conmoción por la pérdida del niño. En momentos tan sensibles, no faltaron quienes consideraron que tal vez no era tiempo de hablar de responsabilidades, sino simplemente de acompañar.
En paralelo, el caso derivó en un cruce en redes entre Eduardo Feinmann y la intendenta Mayra Mendoza, luego de que el periodista apuntara contra el municipio. La jefa comunal respondió con dureza:
“No tenés límite. Fue un accidente y hay una familia sufriendo. Qué te pasó en la vida para ser tan basura?”.
La tragedia volvió a encender el debate sobre las condiciones de seguridad en los clubes y espacios deportivos, pero también dejó otra discusión latente: ¿hasta dónde llega la empatía y dónde empieza el oportunismo cuando se habla de una vida perdida?
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