19 Septiembre 2025
En el tradicional barrio quilmeño de Villa Argentina, la paciencia de los vecinos empieza a agotarse. Desde hace varios días, líquidos cloacales corren por las veredas y calles, generando olores nauseabundos y charcos que complican tanto el paso de los peatones como el tránsito de vehículos. La preocupación no se limita al malestar cotidiano: advierten que el contacto con los desbordes puede convertirse en un serio riesgo sanitario, especialmente para los chicos y las personas mayores del barrio.
Los residentes afirman haber realizado llamados a AySA, al Municipio y hasta a la Cervecería, sin obtener una respuesta clara sobre cómo y cuándo se resolverá el problema. “Vivimos con el agua servida en la puerta y nadie aparece”, lamentaron.
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