20 Noviembre 2025
En el Sindicato de Trabajadores Municipales de Quilmes volvió a encenderse el malestar. Un grupo de empleados difundió un mensaje público en el que cuestionan con dureza a la actual dirigencia y la acusan de sostener un esquema de privilegios para un pequeño círculo cercano.
Según plantean, dentro de la estructura gremial existiría un reparto selectivo de beneficios: desde la asignación de horas extras hasta el otorgamiento de categorías que, aseguran, no responden a criterios de antigüedad ni función. Mientras tanto —advierten— la realidad del personal obrero es completamente distinta: su salario básico se mantiene en niveles que calificaron como “indigentes” y, en muchos casos, el límite de horas extras habilitadas apenas llega a 15 o 20 por mes.
Los reclamos no se quedan solamente en lo salarial. Los empleados remarcan un deterioro general del funcionamiento gremial y de los servicios históricos para los afiliados. Entre los puntos más sensibles mencionan la pérdida del camping municipal, que —según ellos— “ya no pertenece más al sindicato”. También señalan que en los últimos años desaparecieron actividades tradicionales como la fiesta del municipal, los sorteos y la entrega de canastas navideñas. A esto se suma que sectores como los cortadores de pasto, maquinistas o zangeros no reciben compensaciones acordes al tipo de trabajo que realizan.
Frente a este panorama, el comunicado apunta directamente a la conducción y convoca a los afiliados a organizarse para impulsar un cambio interno. El mensaje concluye con un llamado a recuperar el rol del sindicato como espacio colectivo: “El gremio es de todos los trabajadores”, remarcan quienes impulsaron la denuncia.
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